Mañana será otro día. (Quinta Parte)

Emma no entiende el comportamiento de aquel hombre tan atractivo. Pero en el fondo le atrae y mucho. En su mente quedaron gravados esos ojos color azul profundo. Y esa mirada que la desarmaba totalmente hasta el punto de ponerla nerviosa. Tan sólo unas palabras, un incidente con el agua y unas miradas bastaron para el corazón de Emma.
El resto de ese día tuvo su mente ocupada, pensando en lo que había ocurrido en el café, recordando cada palabra dicha, e intentando entender la situación. - Seguramente es un Don Juan cualquiera, eso sólo explicaría que me haya hablado al oido, encima nunca se disculpó conmigo - Pensaba en su mente - Pero entonces ¿Por qué no logro quitarlo de mi mente? - Hablaba con ella misma en voz alta mientras recordaba las últimas palabras dichas por aquel hombre: " Esta no será la última vez que nos veamos". Por una parte Emma deseaba verlo una vez más, aunque no entendía el motivo de ese deseo. Una guerra de pensamientos se batallaba en su cabeza hasta que llegó la noche y con ella el cansancio, producto de un día trabajador. - Mañana será otro día - Pensó  Emma para poder terminar con sus ideas y lograr conciliar el sueño. 
En ese mismo instante un hombre se alistaba para dormir, besa a su esposa, que duerme tranquilamente a su lado. En otros dos cuartos de la casa dos niños durmiendo pacíficamente luego de un día extenso de juegos. Y en la mente del hombre sólo un pensamiento, la mujer que conoció esa mañana; Emma.