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jueves, 22 de septiembre de 2011

Hace mucho no te escribo.

Pasaron meses desde que escribí por última vez y es una gran pena. Nuevamente, como es de pasar, las distracciones me alejan de lo que más me gusta hacer: escribir. Pero aquí me encuentro denuevo escribiendote una vez más, confiandote mis pensamientos como solía hacerlo.
Entrar y ver entradas de  muy pocos meses atrás y notar una gran diferencia en muchos asuntos no se si considerarlo bueno o malo. Algunas cosas mejoraron positivamente, no es que estoy constantemente quejandome, pero recientemente entendí que nunca va a estar TODO BIEN, porque esa frase que todos usamos es la mayor mentira que se puede decir concientemente. Nunca se logra estar totalmente en paz con vos mismo y los demas a tu alrededor (eso es lo que yo concidero que es un estado de "TODO BIEN") Y ultimamente estoy muy lejos de poder decir con el corazón esta frase. Obviamente siempre se puede acercarse mucho a la felicidad completa, pero yo por lo menos, nunca la tuve y creo que si la tendré no me va a durar mas de un día o menos. No soy pesimista, no soy realista ni optimista, me baso en lo que vivo, aunque no tenga mucha vida vivida creo profundamente que esa felicidad plena que queremos tener todos es sinonimo de momentos especiales en nuestras vidas: el nacimiento de un bebé, el casamiento de unos amigos o el nuestro, la primera palabra de un hijo, el primer hijo de nuestro hijo. Hasta ahora vivi momentos que si en el momento me preguntaban como estaba podría responder sinceramente TODO BIEN, pero solo duran lo que duran los momentos. 
Con respecto a los otros días, los que me sacan las ganas  y me convierten la pregunta "¿como estas?" en un acertijo, sigo respondiendo hipocritamente que esta TODO BIEN, pero aveces es mejor una mentira que la verdad, que el dolor.

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